Me gusta arar con bueyes
por que andan mas despacio
no tienen ningunas leyes
con ellos el tiempo vacío
un surco espero profundo.
Movido por el arado
con un origen profundo
produciendo ese sembrado
un barbecho de terrones.
Como aquel que ara poquito
arando como leones
mezclando la voz en gritos
yuntas manzas en vezana.
Son ganado rumiantes
con una paciencia sana
dan el paso al fiel semblante
cuando llega el medio día.
Sueltan para merendar
dando el sol la medio día
el gañan para sembrar.
Cuando ya se pone el sol
se clava bien el arado
vuelve el hombre con su amor
que en paz de Dios ha formado.
Ya vuelve al hogar querido
con cazado chorreando
por que en el campo ha cumplido
con el pan que va sembrando.
Se ordena una vida sana
sin orgullo ni otra cosa
tableando la besana
con su esperanza dichosa.
Transcurren horrendos fríos
con heladas rigurosas
germinando y ya nacido
ese grano que embroza.
A carrera campesina
nadie la quiere aprender
gustando su golosina
que le da al mundo el comer
La tierra se ve acusada
por una langosta humana
señora y bien presentada
con una conciencia vana.
Agua luz y pan creciente
nos conceda Dios del cielo
una vida mas consiente
nos demande su consuelo.
PACO GORDO JIMENEZ.
Una aplicación discreta
